BRONX: LUCHA FINAL (1983).


Barata y expandida en un futuro POST-APOCALÍPTICO, unos violentos conductores se lanzarán a las afueras de un NuevaYork con sus vehículos encasquillados con armas medievales, grabados por la televisión gubernamental. Joe D'amato seguiría su línea 'exploited' de "Mad Max" con diferente resultado. Mediocre.

El CINE creó un estilo fundamental para la finalidad de la ACCIÓN más agresiva, su fundamento, una película australiana firmada por George Miller con un policía sediento de vengar a su mujer e hijo, a partir de ahí, una secuela diferente, pero con el mismo personaje interpretado por Mel Gibson, igualmente, "Mad Max 2: El Guerrero De La Carretera" (1982) impulsando todavía más un engendro futurista devastado sin esperanza alguna, y como si nada, unos productores italianos vieron la posibilidad de dar su visión, que, durante un trienio se estrenaron una decena de films, rechazados y de exclusividad juvenil,  la cuestión era matarse y destrozarse unos a otros en un árido lugar, algunas para la más nostalgia de los AÑOS 80.


Una de ellas, fue "Endgame: Bronx lotta finale/Bronx: Lucha Final" (1983) que sin milongas, cincuenta años después de un supuesto holocausto nuclear en una ficticia Tercera Guerra Mundial, la ciudad  de Nueva York es una de las pocas ciudades que han quedado intactas, sobreviviendo en aislamiento y administrada por un Gobierno Central Dictatorial, satisfaciendo las ansias de violencia de la población, organiza una transmisión en vivo de un 'juego mortal', donde embalados con coches 'tuneados' muy desahuciados y propulsados a alta velocidad, se buscarán en un final desértico.... extremadamente letal.


Basándose en duelos entre gladiadores romanos, la historia de John Carpenter de "Escape From New York/1997: Rescate En Nueva York" (1981) y claro, "Mad Max", un campeón de esas fuertes competiciones está perseguido a muerte por sus rivales, pero tendrá una posibilidad de salvación, el encuentro inesperado en la custodia de una niña mutante con poderes telepáticos y llevándola junto a otros transformados físicamente para que realice un viaje a Europa por ser ese pequeño ser con poderes psicomiméticos, también,  una amenaza constituyente para el gobierno dictatorial y la policía, recibiendo la orden de eliminarlos, una producción polvorosa roñosa con choques de saltos acrobáticos, sin faltar el barbarismo vehemente, no pudo conseguir en ser de los mejores títulos de ese 'subgénero' parco y mustio.