VERANO DE CORRUPCIÓN (1998).


Pequeño film de gran pisada, adaptado de un relato de Stephen King; sospecha de un joven versada en que su anciano vecino es un nazi de la guerra oculto, tendrá una imposición de confesión extraordinaria, de amistad y a diferencia. Bryan Singer realizaría, Ian Keller interpretaría al inequívoco personaje misterioso. Aclamada menudamente, es indespreciable.

Las versiones cinematográficas de Stephen King durante los AÑOS 90 siguieron..., una de ellas, publicada bajo el nombre de Brandon Boyce, pseudónimo utilizado al margen de sus grandes proyectos escritos, sería un quintaesencia, "Apt Pupil/Verano De Corrupción" (1998), entrada 'sin pena y gloria', ganó prestigio en su transcurso por el ámbito doméstico, pasando a englobar la larga lista de películas veneradas por muy poca existencia, pero de mucho fundamento.


Esta historia aparece con otras tres novelas breves que inspiraron "Stand By Me/Cuenta Conmigo" (1985) y "The Shawshank Redemption/Cadena Perpetua" (1995) de relajación corta y que sin sobrevaloración, fueron llevada al reino del  'Cult-Movie', aquella segunda de gran éxito popular en los AÑOS 90, animó a  llevar esta curiosa desvelación de identidad.


De historia espeluznante, pero sencilla y clara, se imagina realmente lo que está sucediendo; un adolescente obsesionado con el Holocausto, descifrará que uno de sus amables residentes de su vecindario ha participado como ejercedor  militar del partido nazi durante 'La 2ª Guerra Mundial" (1939-1945), la oscuridad en la trama está plasmada en el viso escenografía recóndito, transcurriendo asequiblemente como DRAMA, es relacionado con lo psicológico y enigmático, reclamada por la presencia del gran actor británico Ian Keller, tiene una intervención de Elias Koteas.


Dirigida por Bryan Singer, después de "The Usual Suspects/Sospechosos Habituales" (1995) y antes de "X-Men" (2000) fue como llamar la atención para subir a nivel de 1ª Clase con derecho firmante imparable.. hoy ya es un nombre reputado en la cinematografía actual.















Y como no podría ser de otra manera, el aspecto fenomenal de Ian McKellan, genial como Kurt Dussander/Arthur Denker, un viejo cansado, pero de ojos iluminados con fuerza en revivir, en cierta manera, obligado por el inquisitivo adolescente (Brad Renfro), recordará sus secretos, volviendo a revivir su rol de oficial, dando vida al supuesto jefe nazi de posición y caracterización impasible, que sin nada, el resultado fue convencer a su público por su sosiego y serenidad final.