ACCIÓN pequeña de relativo éxito para épocas de declive de las ARTES MARCIALES con la premisa de una espada valiosa y el enfrentamiento de clanes, en todo ello, un norteamericano incauto por dinero será el 'chivo expiatorio', queriendo eliminarlo, no sabrán que también queriendo sobrevivir su coraje es una baza y que llegará al final. Indicada para fans del encomiendo.
En los AÑOS 80, el cauce de las producciones fueron en otra dirección marcada por una películas mediadas, pocas grandes películas en contra de pequeñas financiaciones, algunos directores de renombre se vieron lastrados al orgullo glamuroso de hacer CINE como lo habían realizado, pero facilitando a surgir pequeños films, quizá independientemente, el detrimento de acercar otras vistas como John Frankenheimer con el ambiente cultural nipón sin perder sus INTRIGAS CLÁSICAS algo salidas de lo convencional, que sin embargo eran cumplidoras, "El reto del Samurái" (1982) fue una de ellas.
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La veteranía del director, admirado y reconocido, su filmografía habla por sí sola. estando en horas bajas continuó incansablemente su tal periplo, prescindiendo de todos, críticas malas para este viaje al peligro desconocido por un hombre mediocre (Scott Glenn) al que contrataran para transportar una espada samurái milenaria al Japón a una persona importante, que inicialmente, sin ninguna problemática se hallará que tal baluarte ancestral es una disputa de dos hermanos enemistados y que la desean a toda costa, capaces de cualquier cosa, orgullo y poder, en medio de una proyección violenta, ostentará mantenerla a salvo, aun jugándose la vida... perseguido, secuestrado y amedrentado, no dejará pasar por alto el acabar su encargo.
Cuando todo lo viniente de 'extremo oriente' y concretamente desde Japón, había creado extensa fascinación entre la sociedad occidental, su cultura feudal perdurada en el tiempo combinada con la modernidad y toda su tecnología al abasto de juguetes electrónicos, calculadoras o relojes digitales comenzando a penetrar entre los aficionados vanguardistas, el sobresaliente hecho de sus ARTES MARCIALES en occidente venido de la década anterior por el CINE, todavía tenían mucho que decir, siendo, a pesar, de menor fervor.
Aquí, respetablemente, "The Challenge/El Reto De Samurái" (1982), John Frankenheimer, quiso vislumbrar lo que se hablaba de los japoneses desde el lado más retorcido del entretenimiento con una INTRIGA de ACCIÓN y un complot enrevesado, no dejando aparte sus grandes ciudades luminotécnicas, su vida clasicista y de toda esa imagen de soberbia seriedad y solemnidad, rodando allí mismo, la existencia de la extravagancia y el exotismo extremo a las 'malas lenguas' de que también sus rumorología de tener otras sociedades ocultas mafiosas (como los occidentales !vaya¡) trabajaban a contra corriente de la normalidad, entonces, sectas impenetrables o gente peligrosa dio lo bien parecido a luchadores, espadachines 'samuráis' o clanes autóctonos.
La película de difícil entrega a distribuidores y clasificación desacomplejada a analizar por la critica, su renglón diferente de no tener una gran productora detrás (aunque lo estaba, una sucursal de la 20th Century Fox con nombre de CBS era el respaldo), la esperanza de ser lanzamiento muy normalizado se convirtió en algo más, con buena afluencia momentánea de público a su breve estreno y dispuesta para el mercado surgente videográfico mereció la pena, aun pasando al ostracismo durante décadas posteriores, llegarían a su rescate los sellos independientes del DVD moderno y viéndose en las prominentes plataformas digitales, el interés olvidado para una ACCIÓN trepidante de corte medio y una 'kátana' preciada haciendo que todos se pongan agresivos, puede satisfacer a los seguidores marginados de antaño y de las sensaciones al crimen exótico, además, aparece Toshiro Mifune, un gran referente del CINE japonés, añadiendo a que la MÚSICA está compuesta por Jerry Goldsmith, y si el arraigo es desafiante, poco es mucho.
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