LOS JUECES DE LA LEY (1983).


"The Chamber Star/Los Jueces de La Ley" (1983) es una de aquellas pequeñas 'joyítas' de principio de los ANOS 80, casi desconocida, pero muy gratificante como arraigada en la más onda del ajusticiamiento, con cierto realismo a la crítica de poderes fácticos ocultos en el DRAMA de la corrupción ciudadana, donde no puede llegar la propia ley. Sellada como un THRILLER de INTRIGA y la ACCIÓN, Michael Douglas y dirigiendo de Peter Hyams consiguieron un film tenso, entretenido y recomendada.


Peter Hyams, realizador de algunos títulos meridianos, pero indicados como pequeños CLÁSICOS, filmó esta historia difícil de clasificar que va desde la INTRIGA Judicial pendulándo al bagaje indulgente cinematográficamente impecable de la ACCIÓN ligera de 'venganzas' muy del estilo ochententero resurgido, produciéndose casi una vertiginosa película violenta de empaque y intermedia solidez, desenlazada algo estrepitosa, pero destilada en la excelencia finalidad de satisfacción, siendo en una de sus últimas películas características de temática innata, teniendo una leve repercusión en cines de pulso recordado, junto a una importante comercialización en el mercado videográfico norteamericano, más una repesca merecida para espectadores despistados.

Peter Hyams estuba en su mejor época, había tocado las tramas conspiratorias en "Capricorn One/Capricornio Uno" (1978), un romanticismo BÉLICO de "Hannover Street/La Calle Del Adiós" (1979) y una revisión 'hiper-modernizada' de todo un WESTERN CLÁSICO como "High Noon/Solo Ante El Peligro" (1952) pero completamente futurista con Sean Connery, qué por su éxito contó con el respaldo de la 20th Century Fox poniendo casi $8 millones de dólares para realizar "The Star Chambers/Los Jueces de La Ley" (1983).

Cartel estreno España

Escrita por Riderick Taylor y el mismo Peter Hyam es una jugada de imposibilidad secreta, involucrada en la misma 'Era Ronald Reagan' de un oscurantismo incrédulo, nada acreditativo con el máximo poder judicial que al no poder ejecutar la ley marcada por fallos y tecnicismos legales, se constituirá un tribunal privado con unos pocos jueces de 'La Corte Suprema', prescindiendo de todo escrúpulo instituto, dictaminando condena a muerte a cualquier delincuente o criminal de injustificación delictiva que a quedado impune a un veredicto justo.


Para su reparto se contó con Michael Douglas, no siendo una completa estrella de Hollywood su nombre era todo un crédito, interpretando a un juez severo y alienado a la ley que por ello será reclutado a ese crepúsculo judicial, no teniendo claro su finalidad licita le creará ciertas reflexiones cuestionables.

También estaba el secundario de lujo Hal Holbrook y Yaphet Kotto.


No es una obra maestra del género de 'Abogados y Juicios', ni mucho menos una buena película de '5 estrellas' pero de todos modos lo pérdido por una increíble parte final de quince minutos, lo gana en el buen gusto y la satisfacción sorpresíva de haber pasado unos gratos 109 minutos de elogiosos diálogos y una narración entretenida."The Star Chambers/Los Jueces De La Ley" (1983) ostenta el honor de ser la segunda película producida por la 20th Century Fox enmarcadas en la clasificación de DRAMA judicial, tras "The Veredict/Veredicto Final" (1982) dirigida por Sidney Lumet y protagonizada por Paul Newman, mucho más metida en la propia abogacía.

Ambas fueron aceptadas por la crítica y por el público, aunque la postulación de "The Veredict/Veredicto Final" (1982), además de nominaciones y premios, barrió taquillas de medio mundo. 

Cartel estreno EE.UU.

El pase de "The Chambers Star/Los Jueces de La Ley" (1983) por 796 salas de la cartelera norteamericana, un 5 de agosto de 1983, consiguió colocarse en el primer puesto del 'ranking' y en segundo lugar en su siguiente semana de estreno. El estreno español fue el 4 de Enero de 1984 con igual éxito de público.




¿QUIENES ERAN "THE STAR CHAMBERS"?

El título original en inglés "The Star Chambers/Los Jueces De La Ley" ('La Corte Suprema' y literalmente algo parecido a 'La Cámara Estrella') está referida a un sistema de tribunales británicos de los Siglos XV y XVI que poseía poderes de resolución y veredictos extraordinarios soliendo juzgar delitos relacionados con la traición sentenciando laudos de simple multa, llegando hasta la pena capital.  


La verdadera 'The Star Chamber' se creó para dictar una 'Ley y Orden' de policía procesal dedicada a la protección de la Constitución bajo el reinado de Enrique VII, totalmente al margen del consejo general del rey consagrándose como una de las cortes más justas y eficientes de la época de los Tudor, además de un comité de los más honorables del mundo cristiano, aunque creciendo considerablemente bajo la Casa de los Stuart con el mandato del rey Carlos I se convirtió en sinónimo de mal uso y abuso de autoridad y poder por parte del regente y su círculo, siendo utilizada en casos de sedición, significando que el tribunal podía ser utilizado para suprimir las oposiciones a políticas reales, tratando a nobles demasiado poderosos y llevándolos por 'la nada' a juicio en una primera instancia y con desenlace fatal.

Cartel estreno videográfico EE.UU.

El 17 de octubre de 1632, el Tribunal de la 'The Star Chamber' prohibió toda información publica de sus notificaciones en dictámenes, causando quejas de los diplomáticos españoles y austriacos, qué durante la Guerra de los Treinta Años (1618 y 1648) vieron una injusticia irreprochable en la Inglaterra de aquellos tiempos, dando como resultado que las noticias a esta materia tomando tanta relevancia, se llegó a imprimirse a menudo en Amsterdam, pasando rápidamente al control del contrabando, derrumbándose el consejo de la 'The Star Chamber', gracias a la prensa por tales conflictos ideológicos durante el año 1640, aboliéndose dicha comisión sentenciadora por orden parlamentaria en una ley de 'Habeas Corpus.

Hasta el Siglo XIX y a finales del siglo 20, la expresión de 'The Star Chamber' fue revivida en resoluciones de cuestión interna de alto nivel dentro del gobierno, vinculándose por lo general a los créditos presupuestarios.

En nuestro tiempo reciente, la Gran Bretaña y como primer ministro Margaret Thatcher (1925-2013), -1979-1990 años de su gobierno-, se rememoró a primeros AÑOS 80 el término en reuniones privadas ministeriales para las soluciones económicas de los departamentos del Tesoro y el alto gasto, recordemos que era también de una época global en recesión.

Su influencia quedó patente en 'La Corte Suprema de los Estados Unidos' de aquellas horas igualmente en una alusión al aprecio de los derechos individuales por indiferencia a juicios dictaminados.



En los AÑOS 80, las leyes sociales jurídicas al paso del tiempo han ido variando, verdaderamente, precisado esto por licenciados en abogacía actuales; los tecnicismos judiciales ocurridos en la película (realizada en 1983 y con historia ficticia) con una presentación de evidencias policiales para un imputado quedó excluidas por violación al derecho a la privacidad, cambiando tras el fallo en el proceso 'California contra Greenwood' de 1988, declarándose esto por 'La Corte Suprema' de los Estados Unidos en una corrección drástica en objeciones de pruebas cuestionables de la misma ley de privacidad. 

En este caso, para su año, la sentencia aparecida en la película es legalmente correcta, pero actualmente ya ha sido cambiada. 

Así, el buen título del filme solo queda en una recuperación para la exaltación de unos concilios algo bárbaros. 

Al margén de la deferencia de siglos o décadas, no se puede consensuar igualmente, ni mucho menos relacionarse completamente, los dictámenes dictados en aquellas épocas anteriores a las menciones contemporáneas quedan en insinuaciones alegóricas. 


SINOPSIS:

Cartel estreno EE.UU.

Steven Hardin (Michael Douglas) es un joven juez idealista con una fustración emocional, cuando por incatas causas policiales tiene que verse obligado a poner en libertad a unos despiadados asesinos, gracias a la labor de unos hábiles abogados por algunas lagunas existentes en la ley, sabiendo perfectamente su culpabilidad.

Él se sentirá totalmente impotente, pero uno de sus compañeros de profesión y antiguo maestro, el juez Caulfield (Hal Holbrook) le introducirá en un pequeño grupo poderoso, también magistrados de toga, que realizan unos juicios muy particulares.

Estos empeñados en no dejar escapar la condena al evidente acusado, imponen una propia versión de la ley, reunidos a puerta cerrada en el más absoluto secreto decretan el veredicto de culpabilidad a esos que han conseguido librarse del sistema sin pagar por sus delitos, no teniendo piedad.

Entonces unos acusados serán detenidos por la policía por el asesinato de un niño de 10 años, hijo de un doctor, errando en el momento del arresto, tendrán que anular el juicio dejándolos libres de nuevo.


Ante el asombro del padre del muchacho, reaccionará enfurismado con un arma de fuego en pleno juicio y con todo el tribunal presente disparando contra los acusados con mala fortuna de herir a un alguacil. El progenitor por ese hecho será detenido.


Un día el juez Hardin recibirá la llamada, informándole del suicidio en prisión del padre del chico asesinado, haciendo que el remordimiento le lleve a presentar el caso a sus compañeros en la oscuridad nocturna juzgando a los delincuentes, deliberando y declarando un castigo ejemplar. Los jueces darán veredicto de culpabilidad, sin remisión, la pena asignada: Muerte.


Sin embargo, al poco tiempo, el detective de la policía Harry Lowes (Yaphet Kotto) contactará con pruebas concluyentes de que fueron otros tipos quienes violaron y mataron al joven muchacho, y no aquellos maleantes, claramente criminales por otros delitos, acusados injustamente del asesinato, pero ya el tribunal al margen de la ley establecida ya dictaminado su asesinato, obligará al juez Hardin a seguir la pista de aquellos individuos antes de que sean eliminados, por qué su razonamiento no es ponerse a la misma altura de un criminal.


El juez Caulfield advertirá a su protegido qué dé marcha atrás a su decisión, ya que la confianza mutua depositada en él no puede continuar por el posible descubrimiento de los oscuros juicios, pero Hardin continuando en su idea, aún equivocándose y arriesgando su vida delante de los violentos criminales, no perseverá, sin embargo, dándose cuenta que de igual manera el puede ser asesinado intentará huir,... aún tarde para él, será apremiado violentamente para qué no pueda poner en riesgo del magnificador tribunal secreto.