FREQUENCY (2000).


Film conjuntado en la para-psicología y la insólita reencarnación de comunicación entre vivos y muertos, Dennis Quaid y un primigenio Jim Caviezel, como padre e hijo, respectivamente, estarán involucrados y atrapados interrelacionados en el tiempo por radio y por un crimen. Su historia resulta interesante y hasta única.

Las películas de temática diferente a géneros conocidos, la mezcla de algunos entre ellos tienen su cierto atractivo, cuestión, que, a principio de nuestra inicial centuria, novedosas sorpresas comenzarían a darse con historias asombrosas, y "Frequency" (2000) tiene mucho de ello.



Si el género FANTÁSTICO, ya estaba integrado en los AÑOS 90, aún a cuotas no tan trascendentes actuales, un análisis sobre la para-psicología bajo el entendimiento de DRAMA en relaciones familiares, "Frequency" (2000) fue expectativa  atractiva, quedando algo cortas para ser una gran película, pero de aceptación espectacular.

Unas casuales llamaradas solares y una afición compartida a ser radioaficionados, un padre e hijo permitirán comunicarse… con 30 años de diferencia. 



Estas llamadas misteriosas, cuando el hijo en horas concurrentes (snip¡) delante de su aparato de radio escuchará una voz en mensaje extraño desde décadas anteriores, concluyendo que su parentesco familiar es real, desfasados en la distancia del tiempo, decidirán atrapar a un asesino en serie cuyo destino original le llevó a una muerte prematura, dejando a su vástago solo con su madre.


Entre una ficción científica de comprobación dudosa, jugando con la mecánica temporal, el viaje en la comunicación con fallecidos, dando con el misticismo del espiritismo (conociendo sino, 'la ouija') en este caso, la comunicación entre personas de distintas épocas mediante la radiofrecuencia, un THRILLER criminal, bien a semejanza del DRAMA emotivo, un SUSPENSE cuidado y bien construido con activación final desarrollada a desenlazar ese crimen, nos narrará una buena historia en dos momentos paralelos sin perder ningún momento fuerza e interés, interpretando Dennis Quaid al padre y Jim Caviezel, al hijo y bombero, ofrecidos a un viaje 'en desfase' queriendo descubrir a un asesino.


Estrenándose, recaudó $45 millones a nivel estadounidense y $23.1 millones en territorios internacionales, alcanzando un total de $68., recibió unas críticas generalmente aceptables, que también obtuvo un respaldo medio del público.