FANÁTICO (THE FAN) (1996).



Interesante visión en forma de DRAMA y SUSPENSE con tensión sobre la tribulación de un seguidor de 'béisbol' completamente desbocado a que gane su equipo 'a toda costa', aún llegando, una nueva estrella recién llegada en baja forma, los problemas personales harán mella. Robert De Niro y Wesley Snipes estarán en un cruce deportivo inevitable. A reivindicar.

El CINE deportivo, tomado siempre sus tramas en cuestionables de DRAMAS personales, canalizaciones a un análisis poéticos y otros reveladores, "The Fan/Fanático" (1996) cogió una parte crucial del desafío social del recreo más importante de los fin de semana, y las ligas deportivas: un simpatizante, algo insolente.



De nuevo, Tony Scott realizó un film brillante y definitivamente, aclaparador para millones de personas, su INTRIGA bajo el punto de vista violento de acólito de un equipo de la ciudad de San Francisco, vendedor comercial ambulante de utensilios de cocina cortantes (Robert De Niro) que al ver que su trabajo no funciona, a punto de perderlo y encontrándose con otras intranquilidades, la llegada de un jugador para salvar la liga de 'béisbol', esté, reemplazo de otra venida a menos por lesión, la mala temporada de su equipo, los San Francisco Giants (Wesley Snipes), su soporte incondicional pacifico y anímico, se tornará en capaz de agredir y asesinar a alguien, hasta alcanzar la victoria de sus colores admirados....

La obsesiva psicología del incondicional 'hincha' irá en declive y decidida, solitariamente, los encuentros nada amistosos con su ex-mujer odiosa, su hijo temeroso de él y con su esperanza propia de ser el mejor padre, se va agravando, pudiendo parecer a un mismo personaje de la admirada "Taxi Driver" (1976) de Martin Scorsese, también interpretada por Robert De Niro, el carácter del 'hincha', estribará en una intransiqente situación.


Junto al inmejorable actor neoyorquino, estaría Wesley Snipes como secundario y en su mejor momento, además de Ellen Barkin, Benicio Del Toro y John Leguizamo, que a pesar de contar de producción aceptable entre la Tri-Star y la ferviente Mandalay, y claro está, Scott Free Productions, su filmación pulcramente espectacular, no pudo más que 'salvar los muebles' en taquilla, contando su cómputo posterior paso al sector doméstico, en ser mejor.


Sumando una obsequiada 'sountrack' con temas de Rolling Stones, Massive Attack, Terence Trent D'Arby, Kenny Wayne Shepherd entre otros, hará arraigar una disposición imperdible para los amantes de la lizas deportivas semanales y embrollos fratricidas, viéndose o no... reflexión cinematográfica de la patología aficionada en extremidad, pero contumaz.