EL ULTIMO DRAGON (1985).




Producto extravagante mixolado de géneros pasados en intento de sorprender que su rotundo fracaso de crítica y de público, pero fue un éxito taquillero; aquí estaban ARTES MARCIALES, estaba bailes y MÚSICA con jóvenes embestidos de pandillas callejeras coreografiadas y de colorido lacado, no mereciendo la pena ni ningún comentario, acreditándose unos artistas famosos del momento, es un producto insulso por toda su encuadre fílmico.

Del CINE de los AÑOS 80, si hay alguna película extraña y falta de si misma, es "The Last Dragon/El Último Dragon" (1985)  cuando un joven afroamericano, experto en ARTES MARCIALES, pretendiendo alcanzar un nivel superior en la disciplina de la lucha, viviendo en el barrio de Harlem junto a su familia, Leroy su filosofía es la oriental, conocido allí, su vida se complica cuando se enamora de una bella cantante moderna, Laura, que a su vez es sometida por un promotor musical con la excusa de lanzarla a la fama.


Los AÑOS 80 introdujeron una cultura POP centrada en la MÚSICA gracias a la MTV, y el 'breakdance' era la norma, teclados sintetizados dicharacheros hicieron la resta con excelente réditos, y por supuesto, la película, en vinculo, 'Karate Kid, El Momento De La Verdad" (1984) tuvieron un gran impacto y transmitiendo la figura de Bruce Lee.




De un total bruto de la película reportado como $33 millones fue un éxito juvenil con un presupuesto de producción de $ 10 millones, con una 'banda sonora' enclípsadora con un 'hit' universal de salas de baile "Rhythm Of The Night" interpretada por Corona, y unas actuaciones estelares  de Taimak, 'el chico de la película', cantante POP, además de la modelo prometedora Vanity que acababa de aparecer en "Purple Rain" (1984) con Prince y Berry Gordy, firmando un contrato por solo cuatro imágenes, fueron suficientes para ser promocionada por televisión con algún 'trailer' publicitario, que si su escenografía, totalmente, 'videoclip' de la época, la llamada vital a un posible entretenimiento, quedó en una plasmada fútil opinión general.